Pensamientos a flor de piel.

Buenas noches LEBSctoras! Como bien prometí ayer aquí estoy de vuelta. Ya veis que soy de escribir por las noches, es que supongo que es cuando más inspirada estoy...cuando necesito desahogarme, decir todo lo que siento aunque solo sea en unas cuantas líneas. La verdad que hoy no me encuentro muy animada pero voy a hacer el esfuerzo de que las palabras que plasmen os hagan sentir alguna emoción ya sea para bien o para mal.

 Todavía no ha parado de llover... la lluvia cae por su ventana, ella simplemente se dedica a mirar como cada una de las gotas resbala por aquel pequeño cristal de su habitación. Esta tarde se ha propuesto leer un libro, pero no ha conseguido pasar de la primera página, la verdad es que no ha podido concentrarse. Se queda ensimismada y pensativa. ¿Qué estará haciendo ella? ¿Estará bien? Hoy todavía no han hablado...todavía no ha habido palabra entre ellas dos y eso hace que se sienta perdida. Porque sí, tiene que admitirlo, un día sin ella es como ese día: oscuro, gris y triste. Pero también tiene que reconocer que su comportamiento no ha ayudado a que hoy puedan tener esa complicidad que tienen cada día. Vuelve a mirar el móvil, nada, sin señales de vida. 

Prueba a ponerse música, se acuesta en la cama y pone una canción al azar...y entonces suena aquella melodía que tantos recuerdos le trae: 

No importa el tiempo ni la distancia, 

no importa nisiquiera el que diran, 

tu y yo amamos amarnos hasta el final,

nada más importará, nada más que nuestro amar.

Aquella canción le trae tantos recuerdos, tantas emociones y sentimientos. Aquellas palabras hace algún tiempo que se le clavaron hondo, en el rincón más íntimo que tenemos las personas: el corazón. ¿Aunque su corazón es suyo o le ha sido robado? Sonríe ante aquel pensamiento. Vuelve a escuchar atentamente, otra vez las mismas palabras, que la acompañaron y la siguen acompañando. Desde entonces es su favorita, no es simplemente una canción, es un aliento de esperanza.  

Cada frase de la canción le recuerda la importancia que tiene el amar a una persona. Amar está por encima de cualquier otra cosa. Ella tuvo que pelear por estar con ella, tuvo que demostrar al mundo que lo que sentía no era simlplemente una amistad... ella estaba enamorada. ¿El amor lo es todo? Sí, y Ella lo es todo. Su sonrisa, su pelo, sus ojos, su voz, su ternura, su olor, su perfume, sus caricias, su cuerpo, su seducción, su picardía...no existe una persona más perfecta que ella. 

Tiene la certeza de que no puede vivir sin poder estar con ella. Aún queda mucho por hacer, se dice. Un futuro por delante. Pero juntas. 

Se acomoda en la cama,se acurruca hecha un ovillo y empieza a susurrar la canción muy bajito, pensando en ella, abrazando un marco de fotos que ella le regaló. Y se dice en voz alta: Te amo demasiado. 

Espero que mi pequeño relato os haya gustado, a mí compartirlo con vosotras mucho. Mañana escribiré más y mejor.

Que paséis buena noche LEBSctoras! 

Primer encuentro.

Buenas noches LEBSctoras!

Ya sé que os he tenido abandonadas unos días pero por unas cosas o por otras no encontraba tiempo para escribir. Pero bueno ya estoy de vuelta! Bueno hoy he decidido que ya que voy a escribir después de algún tiempo va a ser una entrada especial, dedicada sobretodo a una persona que es muy importante.

En fin, sin más explicaciones aquí os dejo un pequeño relato que me trae muchos recuerdos:

 La noche de antes...
Esa noche estaba nerviosa, se había pasado toda la tarde organizándolo todo, intentando mantener su mente distraída para no pensar. No dejaba de mirar el móvil y de mandarle mensajes. En cada uno de ellos le mostraba su seguridad de que todo iba a salir genial. Ya llevaban mucho tiempo hablando, lo sabían todo la una sobre la otra. Ya no quedaban más secretos. 

La otra chica se encontraba en su casa preparando la maleta, al día siguiente le esperaba un viaje muy largo pero que merecía la pena. Estaba muy agitada, no sabía si aquello saldría bien. Quería confiar, ella ya lo sabía todo y además la quería, se habían confesado sus sentimientos y tenían la suficiente confianza como para saber que todo saldría bien, pero aún  así hasta que no llegara el momento nada era cierto.

Conversación telefónica esa misma noche...

-¡Cariño no te imaginas las ganas que tengo de verte!

-Yo también pero... ¿estás segura de que quieres que vaya? Todavía estás a tiempo de decírmelo...

-¡Eres tonta de verdad amor! Sabes que llevo toda la semana planeándolo, pensando en ello, en las ganas que tengo de abrazarte.

-Bueno mañana ya veremos...

-Confía en mí por favor... nada más verte te voy a decir lo mucho que te quiero.

-Eso espero, aunque no estoy segura de que te vaya a gustar.

-¡Me vas a encantar!

 -Tú a mí sí que lo harás. Bueno va, vamos a dormir que mañana tú madrugas y a mí me espera un viaje de 5 horas.

-Te prometo que valdrá la pena, llevamos meses esperando este momento. Descansa mucho cariño y hasta mañana! ¡Qué ganas!

-Vale guapa, mañana nos vemos. Espero no decepcionarte nena. Buenas noches, te quiero.

-No lo harás preciosa. Buenas noches, yo también te quiero más de lo que piensas.

 Al día siguiente por la mañana...

Desde que se había subido al autobús tenía un nudo en el estómago que a penas la dejaba moverse.  A decir verdad llevaba así toda la semana, pero llegado el momento todas sus emociones se intensificaban. ¿De verdad por una vez algo le saldría bien? Lo dudaba mucho pero había que arriesgar. Pronto lo sabría. Ahora solo quedaba relajarse con un poco de música y esperar que las horas pasaran para poder verla.

A primera hora, examen de filosofía. Pero nada le iba a estropear aquel viernes, aquel viernes 2 de diciembre que con tantas ganas había esperado. ¡Por fin iba a verla! Sus nervios no paraban de hacerse ver... no se lo había dicho en toda la semana para no ponerla nerviosa pero ella también tenía dudas de si finalmente le gustaria... ¿Me verá guapa? ¿Le gustaré en persona? Esas eran las dudas que tenía en la mente. Al finalizar el día había corrido a casa, tenía tiempo de sobra para comer, cambiarse de ropa y relajarse un poco pero sabía que no podría hacerlo. Además lo más importante era elegir la ropa adecuada, una vez lo tenía todo listo fue directa a la estación de metro a emprender su pequeño viaje. 

Ese mismo día por la tarde... Conversación telefónica

-Nena,¿ por donde vas?

-Pues acabo de llegar a la estación del metro, ¿y tu? ¿Ya has llegado?

-Sí, por fin. Estaba ya cansada de bus. Acado de salir de casas de mis tías que he dejado allí las cosas. Ya voy por la calle, enseguida te veo.

-Vale yo estoy aquí de pie, supongo que habré salido bien, he salido por el parque.

-Sí, sí, yo ya llego.

-No tardes.

Entonces sucedió. La vió allí con el teléfono en la mano, sofocada de tanto correr por la calle. Y sin pensarlo, ya que en ese momento se le paró el tiempo, el mundo y todo a su alrededor, se avalanzó sobre ella. La pilló desprevenida y se lanzó en sus brazos, estrechándola fuertemente.Era lo que había deseado después de aquellos meses de larga espera y por fin le pudo decir frente a frente:

-Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. 

No la vió venir, iba tan concentrada pensando en que la pillaría de espaldas para darle un susto por detrás que cuando quiso darse cuenta ya la tenía encima. Había gente alrededor que se paraba a mirarlas, pero la otra chica no parecía darse cuenta. Ella quiso disfrutar del momento, estrechaba a la chica entre sus brazos, aquel momento había llegado y se sentía la chica más afortunada del mundo.

 -Tranquila nena, que me vas a espachurrar. Yo también te quiero tonta.

Después de aquel momento de felicidad, de plenitud, las dos chicas estaban algo cohibidas ya que era la primera vez que se veían en persona. Aunque poco a poco fueron dejando la verguenza de lado, comenzaron a andar a lo largo de las calles, poco a poco sus dedos se fueron tocando y sus manos se entrelazaron hasta llegar a ir cogidas de la mano.

Decidieron sentarse en uno de los bancos de aquel parque. Las dos estaban eufóricas pero no sabían si dar el primer paso. Así que sin mas dilaciones, después de hablar un buen rato, una de ellas decidió acercarse a la otra despacio. Poco a poco sus cuerpos se fueron juntando... sus labios se rozaron y sucedió lo que ambas llevaban pensando durante toda la tarde. Fue un beso tímido, pero dulce, deseado, un beso que ninguna de ellas olvidaría jamás.

 Así ambas pasaron la mejor tarde de sus vidas...entre risas y más besos, una sentada encima de la otra, bajo el paraguas ya que llovía, pero juntas. Amándose, mirándose a los ojos y diciéndose así palabras de amor, cariño y ternura. Una tarde que quedaría grabada en sus memorias para siempre.

Bueno LEBSctoras espero que este relato os haya gustado. La verdad que a mí escribirlo me ha encantado y espero que al leerlo podáis sentir la misma emoción que yo. En algunas de mis entradas iré plasmando relatos que espero que os vayan gustando.

Hasta mañana! Prometido chicas! Dulces sueños y que encontreis el amor como yo lo he hecho.